Se ha visto que el rendimiento puede variar dependiendo de la hora que se ejecute la actividad física o entrenamiento durante el día.
Por ejemplo en deportes de resistencia como el ciclismo, se ha demostrado que tiene un ligera ventaja el entrenar a las 5pm que a las 7:30am en carreras de 16 Km.
En relación a la fuerza máxima voluntaria se puede ver mejor expresada por la tarde. En un estudio se evaluó la contracción máxima voluntaria del cuádriceps en horarios de las 6:00, 10:00, 14:00, 18:00 y 22:00 horas.
Los resultados apuntaron a que las 18 horas era la hora donde se podía producir mayor fuerza, si nos guiamos por las guías del Colegio Americano de Medicina del Deporte no hacen mención de cual fuera el mejor horario para entrenar.
Jozo Grgic y cols (2019) hicieron un meta-análisis
donde vieron inicialmente el horario de la tarde como mejor hora para entrenar ya que se producía mayor fuerza en comparación con la mañana.
Pero después de varias semanas se presentaban adaptaciones en el horario matutino, siendo muy similar la producción de fuerza máxima voluntaria como hipertrofia (incremento de la masa muscular) por lo que la ritmicidad circadiana se puede moldear dependiendo de la exposición a los estímulos.
Estos puntos llegan a ser interesantes ya que si sabemos la hora que el atleta va a competir, por ejemplo en los deportes como la halterofilia, se podría considerar en la planificación del entrenamiento para generar una adaptación.
Aunque los estudios no implementaron medidas como el 1RM, cronotipo y con un alto rango de edades, se abre un enfoque para seguir investigando, concluyendo que el mejor horario para entrenar es el que mejor le convenga al entrenador o atleta sin importar si es en la mañana o en la tarde.
Fuente:
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/07420528.2019.1567524